domingo, 5 de octubre de 2014

Venezuela necesita un DeLorean

Por: Miguel Yilales
@yilales

Había una vez una época en la que el futuro era Los Supersónicos. Televidentes de todas las edades imaginábamos como sería volar en vehículos personales, vivir en ciudades flotantes, viajar con frecuencia a la Luna, tener a nuestra propia Robotina o conectarse en un video chat, tal como lo hacían Súper, Ultra, Lucero, Cometín y Astro en el año 2062.
Muchas de esas invenciones son hoy una realidad y otras están a la vuelta de la esquina en mucho menos tiempo de lo que tardaron en cristalizarse los inventos que soñase un visionario como Julio Verne o los que fantaseó el crítico social H.G. Wells.
Ellos abordaban la ficción de manera magistral, era una lectura emocionante, no porque uno quisiese vivir de las fantasías, sino porque siempre sorprendía que hubiesen podido imaginar algo que en su tiempo era imposible pensar: navegar bajo el agua, las armas de destrucción masiva, las naves espaciales, los grandes trasatlánticos, viajar a través del tiempo o las invasiones alienígenas.
Si el protagonista de “La máquina del tiempo” de H.G. Wells, en su viaje al futuro se hubiese detenido en Venezuela en el 2014, de seguro se encontraba con que un reptil fósil caribeño y un comandante supremo intergaláctico transportaron a un país al pasado, sin necesidad de máquinas especiales o equipos complicados.
Un viaje temporal involutivo al que nos ha obligado el socialismo del siglo XXI, que nos puso a vivir como nuestros antepasados: sin agua potable, sin luz, sin bienes esenciales y usando ramas por medicamentos.

En revolución todo es posible

De ahí que la moda en las redes sociales es promocionar pócimas caseras para las enfermedades, y no es que uno esté en contra de la medicina alternativa y naturista, pero luego de ver los avances de la ciencia regresar a la época de los bisabuelos es como dar un salto al vacío esperando volar como Ícaro.
Así es que sí padece de una afonía o una disfonía le toca tomar cebolla licuada con miel, pero nunca antes de visitar a la novia, al novio, a la amiga o al amigo con derechos o sin ellos; sí tiene mal sudor una buena untada de bicarbonato con limón; sí sufre de fiebres repentinas tome agua de coco; sí le dio paperas, a aparte del reposo para que no se les bajen (así decía mi abuela), hojas de llantén con Hirudoid; y sí le sube la bilirrubina, no como a Juan Luis Guerra, la cura con un brebaje de raíz de onoto.
Con esto podrían impulsar que los egresados de la carrera de medicina en nuestras universidades, y como a estos revolucionarios les gusta cambiar todos los nombres, en vez de médicos salgan graduados de curanderos comunales, más acorde con estos tiempos.
Asimismo tenemos que volar es otro invento del siglo XX que quedó obsoleto y en desuso. En Venezuela aquello de que en avión se hace un viaje placentero, cómodo y rápido fue un vicio burgués, capitalista e imperialista erradicado por esta revolución bonita.
Las terminales aéreas parecen cualquier cosa menos un aeropuerto, de hecho solo faltan las gallinas en jaulas, los cerdos correteando en chiqueros y la gente ordeñando cabras y vacas, para sentirse que la máquina del tiempo lo trasladó a uno a pleno siglo XV, con sistemas de aire acondicionados inexistentes, itinerarios impredecibles y horarios dependientes del destino, el tarot y la confluencia astral.
Es que en Venezuela es preferible viajar por tierra, para no sentir el bochorno de escuchar a la azafata agradecer al pasajero por haberlos escogido como su línea aérea de transporte (como si hubiese otra opción), para luego presentar excusas por “los retrasos involuntarios” de 6, 7 y hasta 10 horas.

Volver al futuro

Para los que vimos viajar en el tiempo a Marty McFly y al “Doc” Emmett L. Brown a bordo de un DeLorean, esta era la posibilidad de ir al futuro a conocer lo que nos deparaba y regresar luego de averiguar los resultados deportivos o viajar hacia el pasado a corregir todas las sandeces que cometimos y pretendemos no recordar.
Como desearíamos tener ese DeLorean, viajar al pasado reciente y corregir, no los errores personales que a fin de cuenta es lo que somos, sino los errores colectivos que tanto daño le han hecho al país.
Es que a cada instante se nos presentan oportunidades para enmendar los entuertos, pero repetimos las mismas fórmulas que nos llevaron al fracaso en estos 16 años, pareciera que la estupidez, que como dijera Einstein es infinita, en nuestro caso, lamentablemente, no nos deja salir del pasado y volver al futuro.

Llueve… pero escampa
Fuente: http://llueveperoescampa.blogspot.com/

sábado, 4 de octubre de 2014

¿Necesita que fumiguen en su comunidad? Le ofrecemos el contacto con la alcaldía de Baruta


La División de Epidemiología de Salud Baruta es el ente encargado de recibir cualquier reporte de dengue o chikungunya en el municipio.

Baruta es una uno de los municipios que actualmente presenta menos casos de dengue y Chikungunya en el estado Miranda, así lo informó Enrique Montbrum, superintendente de Salud Baruta.

No obstante, Montbrum destacó los trabajos que viene realizando la Alcaldía en Baruta en las urbanizaciones y zonas populares para combatir la epidemia que ha aumentado de manera considerable en algunos estados del país y que pone en alarma a la población.
Según informó el superintendente de Salud Baruta las horas recomendables para realizar fumigaciones en espacios abiertos es al amanecer y al atardecer, argumentó que quizás es una de las razonas por las cuales muchos baruteños no observan las unidades de la alcaldía realizando la fumigación.
“Nos vemos obligados a que nuestro cronograma para fumigar sea muy flexibles debido a que estamos en temporada de lluvias y las precipitaciones afectan las jornadas, si empieza a llover no vale la pena fumigar durante ese día porque se pierde el trabajo”, aseguró.
El funcionario alertó que la Alcaldía de Baruta “no le cobra a los cuidadanos” por la realización de labores de fumigación por lo que alertó a los vecinos para que estén atentos ante cualquier persona que intente lucrarse en las comunidades.
El encargado de Salud Baruta, acotó que la escasez de productos también ha afectado la realización de un trabajo 100% efectivo en el municipio, informó que en este momento no cuentan con el “abate” (herbicida granulado) para eliminar la posibilidades de germinación de larvas de zancudos en depósitos de agua. Por lo que hizo un llamado al Gobierno Nacional para que permita las posibilidades de adquirir el producto.
Si desea la fumigación en su zona comuníquese con la División de Epidemiología de Salud Baruta por el teléfono: 0212.944.33.45 o escriba a la dirección de correo electrónico: epibaruta@baruta.net
Fuente: http://luissomaza.com